"Se llama María, tiene 2 años y poco. Ya sabe andar, aunque haya quien intenta convencerla de lo contrario. Es una fetichista de los pies y los zapatos desde que la conozco. Ya no me dice que no cuando le pido gusanitos ni cuando le digo que me de un beso. Y a mí se me cae la baba..."
Oh my cat, cuanto tiempo con blog.
Ahora se sigue llamando María, pero tiene 6 años, ya sabe leer, y escribir, y tiene una hermana capulla que se olvida de su cumpleaños y se pasa un año fuera mientras ella la echa de menos. Va al colegio, su mejor amiga se llama Alba, es feliz, aunque no todo lo que debería, y es que los niños de 6 años deberían ser total y absolutamente felices, y no tener que preocuparse de si su madre es una loca neurótica o su padre nunca quiere venir a verlos.

Requiem por mi pluma roja

Tres años de apuntes, alguna que otra carta, páginas y páginas de la agenda, quién sabe cuántos folios, cuántas recargas, cuántos accidentes con la tinta...
Ahora tengo las manos manchadas de azul, y esto ya no tiene remedio.
Descanse en paz.











06 de enero de 2005, Sevilla - 01 de marzo de 2008, Cosenza