12.8.08

Demasiado

Ahora es la palabra favorita de mi primo. ¿Tienes hambre? Demasiada. ¿Quieres bañarte en la piscina? Demasiado. ¿Por qué no duermes? Porque los pájaros hacen ruido... demasiado ruido. Silbas demasiado. Comes demasiado. Bebes demasiado (y se refería al agua, que conste, que en horas de trabajo soy muy responable).
Así con todo, desde ayer. Tengo cierta capacidad para volver raros a los niños que se acercan a mí. O tal vez es que solo se me acercan niños raros... El caso es que ya solo me quedan un par de días, y aunque estaba empezando a acostumbrarme al ritmo de vida y a reeducar a mi primo en las maravillas de lo insólito, voy a agradecer que llegue el fin, porque tengo demasiado sueño, y demasiado que estudiar para pasarme los días como me los paso, sumida en una extraña niebla desde la que no distingo muy bien si estoy despierta o no. Que sepáis que amanece a las 7 de la mañana.

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