4.3.11

Clostridium tetani

 A veces creo que estoy un poco loca, aunque no suelo darle mucha importancia, porque imagino que igual que todo el mundo, esos rincones del cerebro donde nadie entra, a saber qué guarda cada uno. El caso es que una de mis particulares locuras es imaginar qué podría pasar después de un suceso nimio que desencadenara una serie de catastróficas desdichas. Tardo un segundo en calcular unas diez posibilidades, es decir, dedico una décima de segundo a cada una de ellas y luego vuelvo a la realidad. Nadie se da cuenta nunca, y no me pasa mucho, así que por perder un par de segundos a la semana imaginando tonterías no me preocupo, la verdad.

Pero me hizo gracia, el otro día, que me corté sin darme cuenta en la mano. Miré y tenía el corte, me pasa mucho en la farmacia (papeles, cutter, son objetos peligrosos para la piel). Total, que me vino un flash, como no sabía con qué me había cortado, de que ¿¿¿y si me entra el tétanos y me muero y ni siquiera sé por qué y en el hospital nadie se lo explicará porque nadie reparará en ese pequeño corte de mi mano??? (nota: se tarda mucho más en leerlo que en pensarlo, creedme).

Pasada la décima correspondiente, olvidé el pensamiento, pero curiosamente por la noche, mientras me empezaba a doler un poco, tropecé con este poema en la Spoon River Anthology de Edgar Lee Masters.

Charlie French

Did you ever find out
which one of the O'Brien boys it was
Whos snapped the toy pistol against my hand?
There when the flags were red and white
In the breeze and "Bucky" Estil
Was firing the cannon brought to Spoon River
From Vicksburg by Captain Harris;
And the lemonade stands were running
And the band was playing,
To have it all spoiled
By a piece of a cap shot under the skin of my hand,
And the boys all crowding about me saying:
"You'll die of lock-jaw, Charlie, sure."
Oh, dear! oh, dear!
What chum of mine could have done it?

Feliz finde, que yo me voy a casa :)