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Desde luego la mañana de hoy es para inscribirla en el libro de los olvidos. Y yo que iba entera de azul, para nada, supongo que es lo que tiene no ser supersticiosa habitualmente, que cuando te da por serlo no sirve de nada. Nada de décimas ni de puntos enteros en la nota de inmunología. En fin. No fui yo la que salió peor parada, desde luego.

Sí que después recibí una llamada de las de antes, y me puse bastante regular, pero jesús es amor, y lo primero que hizo cuando llegué por la tarde fue regalarme una caja de trufas de chocolate. Después, café, algo de alivio, yo qué sé, nunca sé, siempre es lo mismo, lo quiero tanto a él, y a él, y a ella que.. Finalmente nos quedamos sin entradas para el concierto de música clásica, así que qué mejor que hacer visita al burger queen, el susodicho amor, pak, maríapelorrojo y yo, el cuarteto lalalá (ya, ya sé que era un trío). Una llamada de las de ahora, un helado de fresa y chocolate (el chico se portó :)), y un viaje en coche cantando a voz de grito después, desinstalé toda la tele intentando piratear el cable (eso me pasa por corrupta) y hasta ahora he estado buscando canales (y todavía me falta la sexta).
En fin, que todo sigue como siempre, aunque el cielo cambia de color a ratos y la verdad es que no lo veríamos si no fuéramos al aeropuerto, ¿no? Pues eso.