¿Queréis pera?

17:30 Nuestra expedición parte desde Sevilla, rumbo a Málaga para ver en vivo y en directo a un extraño grupo llamado Belle & Sebastian que ni nuestros padres ni compañeros de facultad han oído mencionar en sus vidas. No tenemos radio, pero Conductora y Copilota se esfuerzan por amenizar la velada y evitar que la primera se duerma con un amplio repertorio de canciones que prepararon especialmente para la ocasión. A una hora indefinida, a la que supuestamente Málaga debe estar a punto de aparecer ante nuestros ojos, Copilota observa un gran cartel que indica PROVINCIA DE GRANADA. Se calla durante unos segundos intentando visualizar en su mente un mapa político de andalucía para no hacer el ridículo, y cuando se convence de que granada va después que málaga pregunta... "Conductora, ¿tú has visto ese cartel?" "¿Qué cartel?" "Ese que ponía PROVINCIA DE GRANADA" "Estas de coña" "Te juro que lo he visto" Grito simultáneo: "¡¡Gente de atrás!! Tenemos un pequeño problema. Granada es muy bonita, pero Belle & Sebastian no tocaban hoy allí,no?"
Pues si hay que dar media vuelta se da media vuelta, y aquí no ha pasado nada. En los 60 kilómetros que faltan (está claro, lo más normal del mundo es recorrer esa distancia en 15 minutos, porque como todos sabéis, Conductora corre mucho al volante) vemos por lo menos 2 carteles que indican que vamos al lugar correcto, lo cual es muy tranquilizador. Aunque tal vez fuera algo mosqueante ver a esos hombres que escondían carteles que indicaban direcciones y que ademas movían las señales que advertían de los desprendimientos. Cuando al fin vemos la ciudad prometida aparecer, la carretera se llena inexplicablemente de bultos, que además curiosamente sólo afectan a la rueda delantera izquierda. Como vemos que somos los únicos a los que les pasa, decidimos bajar del coche, y al abrir las puertas un delicioso aroma a caucho quemado inunda nuestras fosas nasales. ¡Anda! ¡Pero si tenemos una rueda destrozada! 19:45 Problema. ¡Pero no pasa nada! Porque allí está el Chico-que-cambia-ruedas-en-un-plis-plas, llegado desde Madrid esa misma mañana expresamente para cumplir su cometido mientras el resto lo observa con atención. Llega entonces la hora de averiguar dónde se encuentra el famoso Teatro Cervantes. Los malagueños deben ser personas muy flojas, porque cada vez que preguntamos nos responden con un "FFFFFF, pues eso..." cuando resulta que tampoco estaba tan lejos. Al final acabamos respondiendo a uno de esos FFFFF con un "Pero vamos a ver, ¿está lejos o no?". Y ya averiguamos que no, que para nada, y que podemos dedicarnos a buscar aparcamiento (odisea número...¿69?).
Unas cuestas de miedo y estacionamiento en lugar dudoso después, bajamos las grandes escalinatas y la calle que nos lleva ¡por fin! ante el gran teatro Cervantes. Cogemos las entradas. Pasamos. Lo primero: ¿el servicio por favor? (nuestras manos aún guardan un cierto tono grisaceo fruto del desplazamiento de la rueda destrozada a la papelera más cercana). Subimos por la única escalera en la que el segundo piso no tiene cartelito, y salimos directamente al baño de hombres. Conductora y Copilota van en busca del de chicas, que digamos que está a la izquierda. Obviamente ellas toman el sendero de la derecha, como buenas Murphystas.
Después de todo esto, aunque parezca que no, se ven un concierto maravilloso de un grupo maravilloso. Para datos técnicos, set list y demás pueden consultar ustedes el siguiente enlace. Al salir, Chico-que-cambia-ruedas-en-un-plis-plas dice que le apetece comer Kebab, y oh! sorpresa del destino! Un kebab justo al lado. Una ilusa Copilota sentencia: a partir de ahora nos van a empezar a salir bien las cosas. Ja ja. No sabe que aunque el señor que atiende parece extranjero en realidad es un malagueño disfrazado que capta nuestro acento sevillano y decide no atendernos hasta que se acabe la cola que se formaría después de nuestra llegada. Finalmente conseguimos comida con salsa de yogur (aka alioli) y cebolla envenenada. Pero si nada de esto hubiera pasado, los protagonistas de esta frenética historia no habrían visto de pronto a todos los componentes de su nuevo grupo favorito montarse en 3 furgonetas, ser contados, sonreir para las fotos y hasta ofrecer medio de transporte para aquellos que fueran a Benalmádena.
Y aysh, esto se hace demasiado largo, tostón diría yo, pero es que siguen pasando cosas!! La gasolineras se cambian de acera al verlos pasar, una demasiado lenta para desaparecer les roba 2 euros e intenta que salgan a la oscura carretera con 3 ruedas vacías y una demasiado llena...
Pero todo lo superan nuestros intrépidos amigos, y vuelven a la vida cotidiana, con sus obligaciones respectivas cada uno(o no :P).
Un placer de acompañantes. Sé que sois los únicos que habéis llegado hasta aquí abajo (si acaso xD). Espero que llegara bien el sonido a los que no estuvistéis. Desde luego, (y parafraseo al chico-que-cambia-ruedas-en-un-plis-plas que además de cambiar ruedas en un plis plas también sabe de música), digo, desde luego el sonido era bastante bueno :). Os echamos de menos :')

Don't look baaaack...