Una cámara que anda

Ayer salí de la partida sin dolor de cabeza (los dados hacen milagros), justo para comprobar una vez más que esta ciudad es demasiado pequeña para tener tantos habitantes como quiera que diga el censo. Que de 3 personas que allí había ensayando para el sainete 2 hubieran estado en la fiesta del viernes (que nada tenía que ver con mi vida de facultad) es demasiado. Pero bueno, me despedí y cogí el 34 hasta el centro.

Recogí a mi padre y camino de casa vimos a un hombre que parecía que estaba aparcando coches que se me quedó mirando. Enconces me di cuenta de que era mi amigo el jipi, que ya está montado en el dólar y por eso nunca va por el puestecito de Reina Mercedes, y me saludó, y qué tal, saludo cortés entre mi padre y él, y mi padre pensando que vaya gente rara que conozco, y la verdad, a veces yo también lo pienso xD

Llegamos a casa unos segundos depués de que la niña que se parece a mí pero que no es mi hermana le hubiera roto la boca a uno de los mayores con una cámara de fotos. Afortunadamente no era la cámara de fotos que anda, y al niño no le pasó nada (y ella se pasó la noche castigada en el sillón). Fue una noche muy divertida salvando ese pequeño incidente. Comimos pizza, y lo mejor de todo, la verdad, es que no había tele y escuchamos al radio, y la cámara nos hacía fotos, mi hermano se reía a carcajadas (¡¡¡TENÉIS QUE VENIR A VERLO, POR FAVOR, ANTES DE QUE CREZCA MÁS!!!). Lo pasé muy muy bien. Vuelvo a creer en el Feng Shui :)

Qué día más largo, el betis pierde apoteósicamente, jesús no viene a clase, se acabaron las pilas del discman, canciones que matan, y estuve a punto de llamarte pero el saldo no iba a dar para más de un minuto...

Y a pesar de todo eso y de todo lo demás, yo qué sé, qué sé yo, me aclaro algunas cosas y me siento más tranquila, mucho. Todo es igual, pero mucho más rápido. A lo mejor es por aquello que decían en Los amantes del círculo polar. Que con el frío va todo mucho más deprisa. Me gusta que haga frío.