18.9.07

in the mood for leaving?

Ya tengo báscula para pesar mi querida maleta. Pesa 6'4 kilos. Eso me deja 13'6, no está mal del todo.
He pesado las botas, a ver cuales son más ligeras y dignas de ir en el interior de la gran maleta roja, pero ninguno de los dos pares hace reaccionar al peso. Así que supongo que llevaré las marrones (comillas) superfemeninas (comillas), que al menos estoy más acostumbrada y me sirven más para correr por los aeropuertos y tal.
Todavía no me entero de que me voy.
Me despido de la gente y no me doy cuenta. Solo siento un extraño vacío cada vez que me despido de alguien más de mi familia. Es algo que tengo que hacer, y punto. Hoy he pasado en el bus por Marqués de Pickman y no he sentido al taquicardia habitual de "hay que ver que nunca vas a verlos". Qué va. Fui el domingo, y ya estoy exenta de compromisos hasta navidad.
Pero no siento que me voy.
De hecho debería estar preparando la maleta, para darme cuenta de una vez por todas que no tengo apenas chalecos gordos, que en invierno suelo vivir a costa del buen gusto de mi madre, que probablemente cuando fuimos a Florencia en Marzo me llevé toda la ropa abrigante que tenía. Eso está bien, porque entonces solo eran 15 kilos. Hay un margen poderoso ahí.
Voy a narrar un poco como va el proceso de la maleta...
Paso 1: abrir el armario
Paso 2: saca todo lo que no sea de manga corta
4'8 kilos de chalecos. Eso hace...11'2 kilos. Vale.

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