30.3.05

zzzzzz

Como consecuencia de las 2 primeras horas horrendas que pasé ayer, juré y perjuré que me acostaría temprano... pero entre voy a terminar de repasar esto, uhm, las once y media, ¿qué mejor hora para ponerme a restaurar la chapa de shin chan?, las doce, vamos a quedarnos un rato de pie parada en medio del salón viendo la tele, y qué me pongo mañana, y son de mar, y maga... esta mañana estaba otra vez que me caía encima de los apuntes. Aunque al menos no emergí de las profundidades de mi sueño para contestar a una pregunta del profesor con la voz de dormida y acto seguido volver a desplomarme (como hice ayer).

A partir de las 11 la cosa fue mejor, estaba sola en bioquímica y eso me hizo despertar. Creo que es la primera clase del cuatrimestre en la que me entero de todo, lo que me ha hecho llegar a una conclusión: a partir de la semana que viene le digo a jesús que nos sentemos cada uno en una punta, porque está muy bien eso de pasarse las clases haciendo el ganso con mi agenda, pero no tenemos ningún futuro. A última otra vez alone, y es que los miércoles y los jueves son malos días para la interacción social, cuando llego ya está todo el mundo sentadito y acopladito...y si encima mi inseparable no viene, pues a ver. Solo estuve con Pablo a primera, pero estaba tan dormida que lo mismo podía haber tenido al pijo de las prácticas que no me hubiera dado cuenta. Llegó la una, y me fui con Tri (cce xD) a comer a informática, y creo que ha sido el momento más maravilloso del día: tortellini a la parmesana, que vete tú a saber lo que es según ellos, pero estaba riquíiiiiiiisimo. Y un revuelto campestre que tampoco estaba muy claro de qué se componía, pero igualmente delicioso. Una lástima que no pude ni con la mitad, después de la pasta. Y de postre... esos deliciosos yogures de la lechera. Realmente ese comedor es el mejor, pero hay que ir muy pronto, si no... Tras sesión de césped debatiendo sobre los intríngulis de Miss España (esa miss sevilla cuarta :P) y el resurgir de los canis, tiré pal IDI. Gracias a cierta persona estuve media hora esperando, y después...El Pianista. Ha sido una cosa muy rara. Yo había visto esa película, de hecho la vi en el cine. Bueno, pues yo no sé qué extraña sustancia empapaba mi cerebro por aquel entonces, porque ha sido como si la viera por primera vez. Y en serio que no se me olvida. Es fantástica la película, muy dura, pero...genial. Y la música... He llegado y me he puesto a bajar Chopin como posesa, mientras hablaba con la enana azul (conversación intensa, eh dear? ;)).

En fin, resumiendo, que borrando las 3 primeras horas de mi existencia, hoy ha sido un buen día. Aunque me deprime salir por la mañana y que sea de noche, me encanta que ahora tarde una hora más en irse el sol. Uf, debería estudiar algo... aprovechemos este optimismo, dentro de poco volverá el ruido.



De fondo: Chopin - Nocturne in E minor, Op. 72#1

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