Y a las habituales, se sumaron ayer las 2 últimas. Con lo cual, somos...7 circunstancias durmiendo bajo el mismo (pequeño)techo. Y yo que siempre deseaba que llegara la hora de dormir porque era la más tranquila de todas, ya ni leo porque prefiero dormirme para no escuchar, y anoche me acosté con mucho miedo de volver a soñar cosas horribles que me hacen despertar temblando. Mi príncipe azul, ese que me salvará de la locura, llega el domingo, y se llama "15 de agosto". Pero el que algo quiere, algo le cuesta, y para llegar a liberar mi cuerpo y mi mente tendré que superar antes unas duras pruebas de resistencia, que comenzaron ayer, más o menos, a las 9 de la noche. Buen balance, tan solo pegué un portazo de mueble y me encerré una vez. Prometo que no volverá a pasar, no voy a desperdiciar un mes entero de dominio por los últimos 7 días.
De fondo: dolor de cabeza
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