19.10.04

Salí de casa con la sonrisa puesta...

...y me duró el tiempo de montarme en el autobus y hacer el peor viaje tarde semiapalastada de mi vida. Me bajo, al menos no llueve, y me encuentro con rafa. Sonrisa otra vez, fugaz otra vez, porque si en el autobus 1 iba aplastada, en este voy ya al vacío. Pero por la radio dicen algo que me hace reir otra vez, y en esas estoy cuando llego, casi tarde, pero no lo suficiente. maría y pablo llegan más tarde aún, lo que significa que nadie ha podido coger sitio en Farmacognosia = décima fila. Genial. Y encima delante un pijo con boli del PP. Salgo, saludo a isa y su primo, corriendo a la primera planta, Fisiopatología. Aquí si tengo sitio aceptable, con virginia y anabel, 4 folios de apuntes que me dejan la mano tonta. Vuelta a la segunda planta, jesús también me guarda sitio, la clase se hace eterna, apenas nos reimos, demasiado sueño. Bajamos a la cero, los desconocidos me acosan en busca de las listas para las visitas, pero por fin caras familiares, dar vueltas, charlar con unos y con otros. Es un poco como volver a casa. Y acaba la cosa, y me voy a casa de mi abuela, desde el autobus vuelvo a ver a rafa. Siesta, y Juan y Medio, me río un rato y me voy otra vez para clase. Un detalle: de todas las veces que he salido a la calle, no llovía ni una sola. Me sorprendo de mi suerte. Clase bastante desagradable de Parasitología (diarreas mucosanguinolentas, puaj) que acaba conmigo roja por un comentario del profesor (pero sigo amando a ese hombre). Y al fin a casita, con napolitana de chocolate por el camino, y sin lluvia.

El viernes, teatrofias a las 5 en el aula 1. ¿Y si voy y voy?



De fondo: ruiditos del amsn

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