A RAS DE CIELO
Después de una larga plaga
que no acabó con todos.
Después de una noche oscura,
de un cielo abrupto,
de un aire feroz,
de una plaga voraz
que no acabó con todos,
los árboles que quedaban,
de raíces melancólicas,
levantaron los puños
henchidos de viento. David Eloy Rodríguez
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